El Manifiesto de una Fujoshi Crítica
No es novedad que yo misma me declare fujoshi o una fanática de la homoerótica masculina japonesa (y si no lo sabías, pues será porque sabes poco de mí). Como consumidora de éste tipo de productos por tantos años, simplemente terminé por volverme más selectiva con lo que leía, porque repentinamente los temas de romances escolares se reproducían como conejos, los chicos pasivos con cara y cuerpo de niña dañaban mis marimachos ojos, los personajes de diferentes autoras mantenían un mismo patrón de conducta (estereotipándose en el proceso) y el único componente importante en todos los mangas era (y es) el sexo. Con lo último dicho es ya una aclaración sobradamente obvia, puesto que el yaoi como tal nació de las antologías o doujinshis sin argumento ni psicología de personajes, su único objetivo eran las relaciones sexuales entre personajes masculinos reconocidos del Shounen o Shoujo. Lo crudo y duro, por ello mismo las palabras "
YAma-nashi" "
Oshi-nashi" e "
Imi-nashi" (Sin clímax, sin conclusión, sin sentido) se abrevian como
YAOI. [No quiero extenderme con clases de educación, para otras dudas está wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/Yaoi ]
Con ésto aclaro que, aunque somos muchos quienes leemos éste tipo de mangas, lo cierto es que no todos damos primer salto por la portada con vagas señales de sexo gay para devorarlo (Aunque yo sí hacía eso de quinceañera, jajaja), sino que repentinamente a uno se le ocurre leer la reseña, calificar si el dibujo entra dentro de su gusto personal e incluso si la personalidad de los protagonistas le parece convincente o atractiva.
En los últimos años mi estado como lectora de mangas ha sido menos constante en cantidad y frecuencia, no tanto por falta de interés sino por percatarme de que las historias parecen perder su propio encanto, y no es tanto que lo pierdan sino que mi perspectiva sencillamente ha cambiado. Ahora ya no puedo leer mangas sin cuestionar todo lo que lo compone, desde el dibujo hasta la coherencia argumental o que repentinamente me pregunte el porque tal personaje dijo ésto en tal situación si anteriormente dijo otra. Tal vez esto para otro camarada fujoshi/fudanshi, que prefiera entregarse a la historia de un amor "platónico" entre hombres, mi situación le parezca incómoda o desagradable, pero no es que yo lo sienta así realmente, sino que en realidad aprendí a disfrutar de observar y analizar lo que leía. Por más que haya leído shoujos o shounen, el yaoi o Boys Love sigue siendo mi preferido para leer.