miércoles, 5 de marzo de 2014

Las mierdas del arte.



{El siguiente contenido es una mera opinión de la autora de éste blog, de parecerte ofensivo, te pido que no lo tomes en cuenta, ya que sólo es una opinión personal sin ningún tipo de autoridad hacía ninguna persona u objeto}

El Arte es lo suficientemente subjetivo y moldeable de significado, que se le puede otorgar muchísimos parámetros de lo que sí es o no es arte en sí, y esto es precisamente a la ambigüedad con la que el mismo arte carga.

Muchos podrían darme con amplio detalle los parámetros establecidos por los maestros reconocidos del arte y de técnicas impecables, la historia de como la estética media en toda ésta creación sublime de sus autores ó líderes de movimientos artísticos y un gran etcétera. Sí, yo no pongo en duda toda la construcción que ha tenido el arte y la importancia en cada una de sus etapas, pero así como el idioma, la cultura, las ciencias y religiones; creadas por el ser humano bajo una impresión parcial y enriquecida de su propia experiencia. Mi punto es el hecho de que, así como fue creado por un grupo de humanos que tenían el poder de decidir que sí es real y que no, moldearon lo que sí es arte y lo que no. Y esto, queridos, es lo que hay detrás de todo: el poder.

Actualmente, el arte moderno está en su apogeo, y con ello, la cantidad inconmensurable de nuevas ideas y proposiciones artísticas que a nadie más se le haya ocurrido. Sin embargo, no todo lo atrevido y aparentemente nuevo es necesariamente arte, aunque pueden agregarlo en el arte moderno, sencillamente porque existe algo muchísimo más importante que el arte y esto es el prestigio de su autor. Importa una mierda si el cuadro sólo tiene una mancha pintada de rojo en un recuadro totalmente blanco, si la firma de tal o cual artista reconocido está impreso, seguramente terminará por venderse en una tarifa estratosférica.



¿A qué se debe ésto? Bueno, para todo aquel curioso ó indignado por esta declaración se lo pregunte, la respuesta es sencilla: capitalismo y elitismo. La dos palabras que debes tener en cuenta ahora misma para comprender tan increíble suceso. En palabras de Umberto Eco la explicación es más sencilla de llevar, el define a los trabajos supuestamente artísticos, reproducidos en masa y modificados de su lenguaje simbólico para ser de más sencillo entendimiento como Kitsch. "La función especial del kitsch es apropiarse de la vieja misión del arte: ser la expresión manifiesta de una época"— Menciona Eco en su libro de Apocalípticos e Integrados— [...] "La esencia del Kitsch es la confusión de lo ético y lo estético, el kitsch no quiere producir lo ‘bueno’ sino lo ‘bello’".

No estamos hablando de calidad, sino de cantidad y una estética que es aceptada por una masa consumidora. La utilidad con la que procede a convertirse dichas piezas de Kitsch es sencillamente ser un pedazo de adorno en una acogedora casa clase media ó alta, y a partir de ello dar un mensaje a la sociedad de que en dicha casa existen "conocedores del arte" que en realidad sólo expresan su status social y una ilusión de arrogante intelectualidad.

No obstante, hay algunas diferencias que debo apresurarme a enunciar. El Kistch, como ya está dicho, es la obra reproducible, digerible y "bonita" a la que una gran cantidad de población tiene acceso (Como en el caso de la Mona Lisa, que hasta en rompecabezas lo puedes comprar, no la obra en sí, ya que el fin de un rompecabezas de Mona Lisa no es apreciarlo, sino completarlo como un medio de entretenimiento al ocio). Su definición depende igual del objetivo de dicho objeto, la cual es propiamente la de suplantar el valor estético y simbólico de una obra por medio de su reproducción y "belleza", que en realidad es un estándar ambiguo impuesto por los consumidores como tales y no bajo un criterio de estética proveniente de un académico conocedor del tema. El Kitsch posee más consumidores de clase media (ó incluso baja, a saber que prefiere comprar primero con su dinero) que los de clase alta, y esto es por una sencilla razón, ellos viven dentro de una burbuja económica donde su consumo puede presumirse de trabajos artísticos únicos, ¿pero que tan artísticos son realmente?




Estamos hablando del arte elitista, aunque el concepto es más extenso de lo que estoy relatando aquí (en realidad sólo estoy dando misera migajas de información al tema, pero no puedo extenderme tanto en un blog personal de lo que podría en un trabajo académico, porque la intensión es dar la inquietud sobre el tema e informar lo que percibo importante, para que el lector decida por cuenta propia si adentrarse más al tema o no). Su caso es el producto de una sociedad que se sustenta por el capitalismo y su dinero ficticio. Precisamente por eso, porque su calidad es ficticia y se oferta mucho dinero por ello... ¿por qué? El prestigio, y no hablo de prestigio por ser un artista de espléndida técnica y sensibilidad por una estética admirable. No, éste prestigio se rige bajo el uso correcto de contactos empresariales y políticos que ayudan o crean a estas quimeras de trabajos perturbablemente abstracto, pero con su eufórico toque de modernidad e innovación.

Miles de fanáticos del arte (o de éstos autores del arte) pagan por cantidades absurdas de dinero y abogan esta compra por su fascinación por el autor y toda la belleza que estos humildes hombres tocados por la gracia de Dios han ofrecido al mundo.

En este caso, ocurre algo parecido con el Skitch, ya que igual que éste, busca satisfacer la necesidad del consumidor bajo la promesa de que "entre más caro, más calidad (estatus, reconocimiento) tendrás", también puede darse el caso de que la persona lo compre por mero gusto, pero entender que se gasta una increíble suma de dinero por algo que te guste, ó hablamos de alguien que no sabe en que gastar su dinero o recibe como reforzador positivo el entrar en un círculo elitista (que ería los mismo del estatus, reconocimiento, calidad). En estos casos, la clase alta y algunos de clase media ascendentes (o anhelantes al ascenso de su status social).



Ante esto, una interacción sorprendente se acciona: la masas elitista, que exige consumir arte que le ofrezca status en vez de calidad; y el artista ó la empresa que lo creó, que una vez que es aceptado por su consumidor, obtiene el prestigio (agregando a sus secundarios: los contactos políticos, empresariales ó clases altas que lo llevan a ese escenario). Ambas partes se mantienen la una a la otra, y con ella, una ilusión del derroche donde hay altos precios pagados que se mantienen aún en presencia de crisis económicas en sus países.

Tras esto, yo sólo resuelvo plantearme lo siguiente: habiendo tantos artistas locales y nacionales, portadores de un lenguaje simbólico que plasma su enriquecimiento cultural e ideológico, transmitiendo un aprendizaje reflexivo mediante una estética única y creativa... ¿Tienen huevos para decirme los malinchistas—digo, elitistas, que realmente son conocedores de arte?  El hecho de que tengas una réplica de Frida Kahlo en la sala, sin conocer el trasfondo de su trabajo y su simbolismo, no convierte a nadie en un conocedor de arte, aunque estemos hablando de Frida Kahlo. De igual manera, ¿El que se hace llamar artista a si mismo, lo hace por alarde a su ego ó por una verdadera vocación a su trabajo? Ni yo misma puedo ser algún tipo de fascista autoridad para decir que es arte y que no, porque yo misma tengo mi propia opinión al respecto, como el hecho de que soy seducida por la estética, pero me interesan los símbolos que manejan. Me parece un DESPERDICIO de recurso que se invierta en el autoengaño de un ego intelectualizado, en vez de realmente apoyar a quienes realmente tienen algo que decir con su trabajo artístico que sólo "Mírame, soy artista y mi trabajo cuesta mucho dinero". Eso es pura mierda.


+Si te interesó este tema, esto te podría funcionar:
{-}"Apocalípticos e Integrados" por Umberto Eco— http://www.bsolot.info/wp-content/pdf/Eco_Umberto-Apocalipticos_e_integrados.pdf
{-}Un documental sobre la burbuja económica del Arte Contemporaneo— http://www.youtube.com/watch?v=8iduGSHiibw


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